Adriano había nacido en la ciudad bética de Itálica, en el seno de una familia romana. Al quedar huérfano, fue adoptado por el emperador Trajano, costumbre muy habitual en la sociedad romana. Cuando Trajano falleció fue sucedido por su hijo adoptivo quien tomó el nombre de César Trajano Adriano Augusto. Quizá para asemejarse al primer Augusto buscó la paz como máximo objetivo por lo que finalizó la larga y sangrienta guerra contra los partos, abandonando el control de Asiria, Mesopotamia y Armenia. La disminución del territorio imperial provocó cierto descontento entre algunos miembros de la clase militar que se conjuraron contra el emperador. La conjura fue descubierta y los participantes castigados. De esta manera veía reforzada su posición y podía poner en marcha su programa.
Uno de sus primeros objetivos sería conocer los problemas de los súbditos imperiales por lo que llevó a cabo una amplia serie de viajes por todos los confines del Imperio, haciéndose eco de las necesidades que le eran presentadas. En su cortejo viajaba un numeroso grupo de técnicos que ofrecían posibles soluciones a los problemas planteados.
La paz que vivió Roma en estos años se vio alterada por la sublevación de Judea entre los años 131-134. La revuelta estalló porque Adriano prohibió la circuncisión y pensó fundar un santuario a Júpiter en el lugar del templo de Jerusalén. Tras varios años de sangrientos combates, la rebelión fue sofocada.
Adriano también se interesó por las reformas administrativas y económicas. El Senado vio como sus poderes eran entregados al Consejo Imperial, dividiendo en diferentes ramas sus competencias y colocando al frente de cada área a un ministro, dependiente directamente del emperador. El consejo privado del emperador pasó a ser público y la hacienda sufrió importantes reformas.
Como la mayoría de los emperadores, Adriano también dejó sus construcciones en la ciudad de Roma. Cerca del Tíber levantó un gigantesco mausoleo que será la base del castell Sant´Angelo. En las cercanías de Tívoli edificó una suntuosa villa que recibe el nombre de Villa Adriana donde recogió las reproducciones de las obras de arte que más le impresionaron durante sus viajes.
Los últimos años del emperador fueron un continuo sufrimiento debido a los frecuentes ataques de melancolía, recordando la muerte de su querido Antinoo en el Nilo y el fallecimiento de su hijo adoptivo, Lucio Cejonio Cómodo Vero. Como sucesor eligió a Antonino Pío.
domingo, 3 de febrero de 2008
ADRIANO
Las reformas: el limes, la recluta local y los numeri
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